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Quería ser beisbolista, vivió un calvario por las lesiones, declaró que el golf es aburrido y piensa que los Majors son los torneos más fáciles de ganar: la historia de Brooks Koepka

Por Lautaro López
A los 33 años, acumula cinco títulos de Majors y se ubica en la cúspide del golf mundial. Con su reciente consagración en el PGA Championship, ingresó al selecto grupo de jugadores que consiguieron cinco o más torneos grandes y de los golfistas que están en actividad, es el tercero con más cantidad de Majors detrás de Tiger Woods (15) y Phil Mickelson (6). Además, en lo referente a los Majors se posiciona como el más ganador de su generación.
La historia de Brooks Koepka con el golf estuvo marcada por dos episodios de lesiones. La primera fue durante su infancia, época en la que Brooks practicaba hockey y beisbol, que aún hoy podrían definirse como sus deportes favoritos. El golf llegó a su vida por una indicación médica. A los 10 años, Brooks sufrió una fractura de nariz como consecuencia de un accidente automovilístico y la recuperación le impidió realizar deportes de contacto, por lo cual se volcó al golf en el Okeeheelee Golf Course.
Paralelamente jugó al beisbol hasta aproximadamente los 15 años, siguiendo los pasos de su padre, que fue jugador a nivel universitario, y su tío abuelo. “Me encantaba, ojalá hubiera seguido jugando”, afirmó Brooks. A diferencia de otros golfistas apasionados por el juego como Jon Rahm, no es descabellado afirmar que Brooks considera al golf su trabajo. “El golf es aburrido, no tiene mucha acción. Yo vengo de una familia de béisbol, está en mi sangre”, declaró Koepka tras obtener el US Open 2017 mientras que en el marco del Phoenix Open 2022 opinó sobre el fervor del público y dijo: “Casi parece un deporte de verdad”.
Actualmente, Brooks vive en Jupiter, Florida, junto a su esposa, la actriz Jena Sims y a su perra Cove. Conoció a su pareja en 2015, se casaron este año y hace pocas semanas Jena anunció su embarazo. En cada torneo, sus pelotas llevan impreso el número 33, el preferido de su mujer.
Dada su pasión por los deportes, es seguidor de Florida Panthers, equipo de hockey sobre hielo que compite en la National Hockey League (NHL), y del conjunto de básquet Miami Heat, de la NBA. De hecho, tras completar la tercera ronda del PGA Championship, fue consultado sobre sus planes para la noche de cara a la definición del domingo y su respuesta sorprendió por lo sincera al revelar que miraría el partido de los Panthers. También disfruta de otras actividades como el esquí acuático y la pesca.
Si bien en el golf existe una tendencia a lo tradicional respecto a los códigos de etiqueta en la vestimenta, Koepka forma parte del grupo de jugadores que suele innovar. Es quizás el único rasgo de su personalidad fuera del campo que traslada a la cancha. Con un estilo descontracturado, muchas veces busca ser disruptivo en la indumentaria.

Ante las consultas que recibió al lucir unas zapatillas que tenían un precinto entre sus cordones, respondió: “Es la moda, hermano”. Incluso, utilizó la indumentaria para procesar con humor sus diferencias con Bryson DeChambeau en la etapa en que su relación era muy tirante. Al hacerse públicas sus diferencias, vistió unas medias y remeras con su reacción ante un comentario del actual capitán de Crushers.
Si bien mientras disputa una ronda se lo observa con un gesto adusto y prácticamente sin interacciones con el resto de la gente, el perfil de Koepka fuera de la cancha es muy diferente. Además de varios looks excéntricos que comparte a través de sus redes sociales, aceptó cantar para una publicidad de la cerveza que lo auspicia, se disfrazó del personaje Buzz Lighyear e incluso posó desnudo para la campaña Body Issue de ESPN en 2019.

“El mago de los Majors”
Sus inicios en el golf profesional fueron en Europa. Debido a una discreta performance en competencias universitarias representando a Florida State, no alcanzó la escuela de clasificación para el PGA Tour. “No me destacaba. No era Jordan Spieth ni Justin Thomas. Dijeron que nunca sería lo suficientemente bueno. Trabajé más duro que el resto para demostrar mi calidad”, recordó.
Aconsejado por su coach Claude Harmon III, optó por trasladarse al viejo continente y hacerse un camino a través del Challenge Tour, segundo escalón del actual DP World Tour, donde logró cuatro triunfos que le valieron el ascenso al European Tour (hoy DP World Tour).
Su primer éxito en el ex circuito europeo lo obtuvo en Turquía en noviembre de 2014, cuando superó por un golpe al inglés Ian Poulter y por tres al sueco Henrik Stenson. Ese mismo año, Rory McIlroy lograba por segunda vez la Carrera a Dubai.
Pocos meses después, triunfó en el PGA Tour en el Phoenix Open 2015, donde surgió el apodo de “Bruce Cupcake” a partir de un error en la pronunciación de su apellido por parte del locutor encargado de la presentación en aquella edición y de la confusión de algunos aficionados que lo llaman “Bruce”.
Aquel fue el primero de sus nueve títulos en el circuito estadounidense, de los cuales cinco son Majors. El crecimiento que demostraba se confirmó con el primer hito de su carrera: campeón del US Open 2017 en Erin Hills.
Los grandes escenarios implican una mayor presión sobre los jugadores. Los nervios para sostenerse y cerrar los eventos de esa magnitud requieren de una personalidad y un temple con el que no cuentan todos los jugadores. Koepka parece tener la receta y por eso Rickie Fowler lo definió como el “mago de los Majors”.

En 2018 defendió con éxito su título en el US Open en Shinnecock Hills y comenzó su idilio con Nueva York, estado donde vivió muchas de sus gestas importantes. Dos meses después sumó una nueva conquista en el PGA Championship que se llevó a cabo en el Bellerive Golf Club de la ciudad de Saint Louis, un certamen que también supo revalidar al año siguiente en el Bethpage State de New York. Completó así una verdadera hazaña de cuatro majors en tres años.
Un pasado de lesiones, incertidumbre y el objetivo de volver a ser
El segundo caso de lesiones que marcó su carrera comenzó en agosto de 2019, cuando se lastimó el tendón rotuliano y se agravó meses después por una caída mientras jugaba el CJ Cup. Más adelante, un accidente doméstico en 2021 que le causó una dislocación de la rótula derecha que también afectó los ligamentos. Su recuperación le demandó un largo tiempo y tuvo un impacto emocional. Debido a las anteriores afecciones físicas en su otra rodilla, en la cual realizó un tratamiento con células madres, y la cadera (julio 2020), Koepka se encontraba lejos de su nivel y sin confianza.
“Durante tres años, de 2017 a 2019, fui el mejor del mundo. Pero he sufrido muchas lesiones”, afirmó en la serie Full Swing de Netflix. Las molestias físicas condicionaban su swing y limitaban su rendimiento. Las dudas sobre su futuro y la posibilidad de estar sano para competir como antes no tardaron en surgirle. “No puedo competir con estos muchachos semana tras semana”, expresó en una cena con su mujer y un amigo.
“Ganar es una adicción. Para mí es algo de vida o muerte”, aseguró. Sin embargo, su gen competitivo estaba en conflicto con su aptitud física. Durante el capítulo de Full Swing, se lo ve practicando con el putter en su casa junto a su coach de putting Jeff Pierce, analizando su balanceo. Permanentemente, trasmite un deseo de volver a ser y asegura que en cada torneo la actitud es lo más importante. “Devolvería cada dólar que he ganado sólo para tener esa sensación otra vez”, contó.
“El golf es una locura porque cuando lo tienes, sientes que nunca lo perderás. Si no lo tienes, parece inalcanzable”, analiza. En otro tramo menciona su pérdida de confianza. “He tenido estas dudas durante el último año y medio. ¿Seré el mismo golfista? ¿Alguna vez volveré a ser así?, se pregunta en Full Swing.”

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En un fragmento del capítulo, muestra un ambiente de su casa donde guarda sus trofeos y que tiene algunos espacios vacíos para, según él, recordarse que “hay muchos más que debo ganar”. Por eso, tras su tercera victoria en el PGA Championship, su mujer compartió un video preparando un estante para el trofeo Wanamaker.
La incorporación a LIV Golf y el inicio del regreso a la cúspide en Jeddah
En ese contexto de incertidumbre sobre su futuro, recibió la propuesta de sumarse a LIV Golf League y se incorporó a partir del segundo evento en Portland. Alternó buenas y no tan positivas performances hasta que, sobre el cierre del año, conquistó el título en Jeddah, Arabia Saudita. “Los últimos dos años no han sido divertidos. Ha sido un largo camino… no supe si mi carrera había terminado. Le dije a Claude (Harmon III, su entrenador de swing) que no estaba seguro de si iba a seguir jugando. Es bueno poder volver y ganar”, expresó tras la victoria.
El regreso a la gloria generó un impacto y esta temporada lo confirmó. Desde hace dos meses acumula resultados positivos y se encuentra en el segundo puesto de la clasificación general de LIV Golf y con chances de ganarse un lugar en el equipo estadounidense en la Copa Ryder.
A principios de abril logró su segundo triunfo en el evento de LIV Golf que tuvo lugar en Orlando y estuvo cerca de impulsar a su equipo Smash, donde juega con su hermano Chase, a coronarse por primera vez. Con ese impulso llegó al Masters de Augusta, fue protagonista en la lucha por el título hasta el final y terminó igualado en el segundo puesto. Luego, finalizó tercero en Singapur y, en la previa del PGA Championship, registró otro Top 10 con una sexta ubicación en el torneo de Tulsa.

Tras culminar la tercera ronda en Oak Hill, Koepka afirmó que lo sucedido en Augusta, donde comenzó la última ronda con ventaja, no se repetiría. Y cumplió: tuvo un cierre sólido del PGA Championship con 67 golpes y un score acumulado de -9 en un certamen que hizo sufrir a varias de las principales estrellas del golf mundial.
De esta manera, sumó su quinto Major y posee tres PGA Championship (2018, 2019 y 2023) y dos US Open (2017 y 2018). Además, acumula cuatro subcampeonatos en Majors (US Open 2019, PGA Championship 2020 y 2021 y Masters 2023) y registra 17 Top 10 en 36 participaciones en campeonatos grandes. Sin dudas, un deportista hecho para las grandes citas. “Los Majors tienen algo diferente. Son el pináculo de este deporte y te definen”, sostuvo.

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