
Luego de un primer acercamiento en la infancia, Martín Allera retomó la práctica habitual del golf en 2011. Hoy, a los 46 años, juega todos los sábados y, si hay algún torneo, suma una jornada durante la semana. Entre sus mejores resultados, destaca una ronda que completó con 72 golpes gross, de la cual tiene una pelota firmada.
Actualmente cuenta con 9.4 de hándicap (su mejor registro fue 7.4) y es socio de Golfers Country Club, donde invitó a jugar a su amigo personal Sergio “Kun” Agüero. Juntos formaron dupla en una ronda de fourball con un ajustado cierre que tuvo un valioso aporte del exfutbolista.
-¿Desde cuándo jugás al golf?
-Juego desde chico, aprendí a los nueve o diez años. En esa época, íbamos a pasar los fines de semana a un country y formaba parte de las actividades que me mandaban a hacer mis padres, como también tenis y fútbol. Después, como todos, dejé y me dediqué al fútbol y otras actividades hasta que volví a jugar de forma regular aproximadamente en 2011, a los 35 años.

-¿Qué te motivó a retomar?
-Mis padres jugaban, entonces era un buen momento para compartir entre padre e hijo ya que no lo veía en la semana. Dado que en la semana hago squash, que me da toda la parte de entrenamiento, para los fines de semana buscaba complementar con otro deporte. Además, buscaba algo práctico en lo cual no tenga que juntar un equipo o preguntarle a alguien para poder hacerlo.
-¿Cuántas veces por semana jugás normalmente?
-Mínimo una. Los sábados seguro y, si es un torneo importante o una clasificación, el domingo también. Después, si me invitan a algún torneo en la semana un miércoles o jueves, si puedo voy. Mi deporte en serio es el golf. A veces uno hace deporte para conocer gente, yo trato de jugar bien. Uno de mis sueños es jugar muy bien, pegar todos los golpes buenos y hacer siempre buen score. Solo por la satisfacción de saber que juego bien. Es algo que me apasiona, no es que voy a hacer negocios. Cuando estoy jugando no hablo de trabajo o de la cena del fin de semana, voy concentrado y hablando del próximo tiro, de la cancha, del hoyo que viene, del tiro de quien venga jugando conmigo o acerca de para dónde va el viento o dobla el hoyo.

-¿Cuáles fueron tus mejores resultados?
-En general, mis tarjetas rondan entre 70 y 76. No hay mucha distancia, es raro que haga más o menos de eso. Un día hice 72 gross, tengo la pelota guardada. En general voy llevando el score en el reloj o anotando la tarjeta, pero justo ese día, no sé por qué, decidí no llevarme mi propia tarjeta, era el marker de mi compañero de línea. Me di cuenta que iba jugando bien, pero él no me iba diciendo el score. Tuve una ronda movida, con algunos pares, birdies y también bogeys, no supe que había hecho par de cancha gross hasta que él me avisó cuando terminé. Si me preguntan hoy, qué me acuerdo, sinceramente no tengo ni idea. Tampoco tengo la tarjeta guardada. Fui jugando concentrado en cada golpe y no recuerdo mucho. Por suerte tengo la pelota firmada por mi marker.

-Para los interesados en el turismo y el golf, ¿cuáles campos de la Argentina recomendarías?
-Costa Esmeralda. El hoyo 8 creo que es el más difícil que jugué en mi vida. Es un par 5 muy emblemático, con un diseño en forma de “S” que se mueve de derecha a izquierda y luego de izquierda a derecha, con mucha agua en el medio y con un tiro ciego. Otro campo muy bueno es el Valle de Tandil, me pareció espectacular. Es una cancha extravagante, con vistas a la montaña.
-¿Cuáles son tus dos campos de golf preferidos de Buenos Aires?
-Buenos Aires Golf es una de las mejores que jugué, por las condiciones del campo. Se trata de una cancha emblemáticas, que haya sido sede del Abierto de la República durante muchos años marca su nivel. Pilará también es de las mejores. Habitualmente juego en Golfers. Hasta el año pasado participaba en el Intercountries y conocía otras canchas cuando me convocaba el capitán. Ahora, visito alguna cuando me invitan a jugar un torneo.

-¿Long Drive o approach?
-Prefiero siempre Long Drive porque tengo más chances de ganar, pero la verdad que el approach es más entretenido. Tirar a una bandera es más divertido y desafiante que pegar para adelante.
-¿Si tuviera que salir solo con tres palos cuáles serían?
-Un híbrido, un hierro 8 o 9 y el putter. El híbrido lo usaría para las salidas y los tiros largos. El hierro 8 o 9 tiene la versatilidad de darme tiro corto, la sacada del búnker o un approach. Tiene un loft suficiente como para poder sacar la pelota del búnker. Luego, el putter para jugar en el green.
-¿Cuál es el mejor campo de golf que conociste en tu vida?
-He jugado al golf en Punta Cana, Estados Unidos y en México. El mejor del exterior me pareció un campo en Colorado, Estados Unidos, que se llama Eagle Vail Golf Club. Es un centro de esquí en invierno y cuenta con muchas canchas de golf. Al estar acostumbrado a jugar en Buenos Aires, una cancha que está en la ladera de una montaña es llamativa. Vail está a 2500 metros de altura, la pelota tiene otro vuelo, otra distancia. Por lo tanto, hay que recalcular un poco todo por esa cuestión. Otro que me gustó mucho fue Puerto Los Cabos Golf Club, en México, donde jugué a fines del año pasado, que tiene nueve hoyos diseñados por Greg Norman y otros 9 por Jack Nicklaus. Es una cancha que está pegada al mar, así que las vistas son muy lindas.
-¿Alguna vez estuviste cerca de un hoyo en uno?
-Varias veces. Hace dos o tres semanas, en el hoyo 13 de Golfers, la dejé a un dedo de distancia. Pegué con un híbrido, la pelota picó antes y se quedó corta. La sentí salir bien, la vi volar y picar bien, pero no que se metiera. Me di cuenta que no había entrado, pero tenía la duda de cuán cerca la había dejado.

-¿Quiénes son los miembros más habituales en tu línea?
-Guillermo Picchiarini, Francisco Sánchez Eloy, Emilio Ferreyra y Juan Pablo Chipont. Todos son conocidos de Golfers.
-¿Cuál es tu palo preferido?
-Depende la época, a veces andas mejor con uno y a veces con otro. El híbrido es uno de mis preferidos, le tengo confianza. Cuando tengo un tiro de 180 o 190 yardas, en vez de agarrar un hierro 4, me siento más seguro con el híbrido para dejarla en el green o muy cerca. Lo uso en lugar de los hierros largos, si tengo un par 3 largo o también, en un par 5 donde no llego en dos golpes, lo elijo como segundo tiro para después hacer approach.

-¿Qué es el golf para vos?
-Es un deporte muy difícil de aprender que todos los días te pone un desafío. Eso lo hace sumamente adictivo, desde las cosas que te compras hasta las veces por semana que uno desearía jugar. Cuando le pegas bien o tenés una buena ronda, la satisfacción es inmensa. El golf es como la vida misma: te frusta, te felicita y te podés cruzar con alguien que te hace trampa. A los que nos gusta jugar por la mañana, te encontrás acostándote un viernes temprano porque al otro día te levantás a las seis de la mañana, que en invierno todavía es de noche, para ir hasta el club, tirar pelotas y salir a jugar y después llegar a la tarde a tu casa. Quien esté dispuesto a hacer eso es porque ama mucho este deporte. Es un sacrificio que solo algunos podemos entender el porqué. Muchas veces estás toda la semana esperando ese momento de estar parado en el tee del hoyo 1.
-¿Qué tiene de especial que otros deportes no tengan?
-El golf es tan técnico que están la pelota y la bandera quietas, nada se mueve y, sin embargo, es muy difícil. Tenes que calcular el viento, cuántas yardas, son micromovimientos de la mano, la espalda, el codo, el hombro y la cabeza, coordinados. Es un deporte perfeccionista. Aparte todos los tiros son distintos. Uno puede decir que aprendió el swing, pero cuál de todos. Con la madera es un swing, con los hierros largos, otro. Varía si pegas con draw o slice. Con hierros corto, en el approach, para sacarla del búnker y con el putter también son distintos swings.

-¿Sentís que te lleva permanentemente a querer superarte?
-Sos vos contra la cancha, eso es lo lindo del golf. No estas jugando contra otro, independientemente de que después presentas tarjeta. A mí no me importa cuánto hacen los demás, cada vez que salgo mi objetivo es hacer 70 o 71, lógicamente con el hándicap que tengo, para ganarle a la cancha. Después, si el que está al lado mío hizo 68 o 69 y ganó el torneo, no me interesa demasiado. Ni siquiera me gusta mucho jugar match play, prefiero fourball o laguneada. Me divierte más saber que me supero a mí mismo que ganarle a otro. De hecho, me pone contento cuando alguien de mi línea juega bien.
-¿Tenés una anécdota divertida relacionada con el golf que quieras compartir?
-El año pasado llevé al Kun Agüero a jugar a Golfers. El Kun es amigo mío y como no puede jugar más al fútbol, está jugando al golf y vino a Golfers. Jugamos fourball junto a otros dos amigos. Evidentemente se había difundido la noticia y cuando pasamos por el hoyo 9, vimos que ya se habían juntado unas 30 personas. Como veníamos jugando en serio, dijo: “Sigamos y al final los veo a todos juntos, si no vamos a estar 40 minutos y atrasamos la cancha y nos saca de concentración”. Entonces empezamos los últimos nueve hoyos y a la altura del 16, la gente caminaba la cancha por el costado como en los torneos profesionales. El Kun y yo veníamos perdiendo el match y en el hoyo 17 (un par 3) teníamos que hacer birdie. Él la dejó en el green y yo en el búnker. Le había quedado un putt de diez metros aproximadamente y le dije: “¿La vas a meter? Mirá que si no, perdemos”. Entonces me respondió: “¿Viste el minuto 93.20 del City? (N. de la R.: A los 93.20 minutos del último partido de la temporada 2011/12, Agüero convirtió un gol agónico que le dio un título de liga al Manchester City) Éste tiro es más importante”. Y la metió. Después fuimos al 18 y empatamos. Al final, cuando llegamos al 18 había por lo menos cien chicos con camisetas y estuvo alrededor de una hora sacándose fotos y firmando autógrafos.

-¿Cómo describirías al Kun Agüero como golfista?
-Es muy bueno, sobre todo para haber arrancado de grande. Los deportistas profesionales tienen mucho dominio del cuerpo y él tiene una puntería bárbara. Arriba del green es espectacular, mete de cinco y diez metros. Además, no le gusta perder. Tiene 17 de hándicap, pero arriba del green juega como los profesionales. Tiene muy buen swing, muy armado. Obviamente le falta práctica o constancia por falta de tiempo. Si se pone un poco las pilas, llega a una cifra en dos meses.

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