Planeta Golf
Lucas Casal: “Me gusta hacer un deporte que permite ir charlando y disfrutando con amigos”

Lucas Casal lleva ocho años jugando al golf, desde que tomó contacto con este deporte a través de su tío. Actualmente, forma parte de un numeroso grupo de amigos que se reúne una vez por semana para visitar alguna cancha o disputar un torneo y también realizan un viaje de golf para jugar en la provincia de Córdoba.
Con menos de una década jugando al golf, Casal ya tuvo el gusto de convertir un hoyo en uno. A los 45 años, cuenta con 20 de hándicap (su mejor registro fue 12) y es socio del Club de Campo Los Pingüinos.

–¿Desde cuándo jugas al golf?
-Comencé hace ocho años. Iba a jugar con mi tío y sus amigos algunas veces y me fui enganchando de a poco. Primero salía a tirar pelotas y luego empecé a jugar con ellos, que juegan prácticamente todas las semanas.
-¿Quién fue tu primer profesor?
-Nunca tomé clases, ese fue el gran problema (risas). Mi tío y amigos me explicaron los fundamentos. Jugué al tenis mucho tiempo y cualquier deporte que uno haya hecho antes ayuda. Diría que al principio le pegaba mejor que ahora. Quizás porque venía de hacer mucho deporte de alto rendimiento. Como jugué al vóley profesionalmente, tenía mucha más fuerza y le pegaba bastante derecho. Lo que me costó en un primer momento fue el juego corto, no era bueno sobre el green. Todo es cuestión de práctica, necesitas entrenamiento, corrección y disciplina.

-¿Cuáles fueron tus mejores resultados?
-Alguna vez hice 37-39 en la cancha de Club de Campo Los Pingüinos y en otra fue 39-45 en Arizona, cuando fuimos a jugar con un grupo de amigos. Juego varios torneos, somos un grupo de doce que vamos todos los miércoles a alguna cancha. Ellos juegan dos o tres veces por semana y yo voy una o cada 15 días. Siempre vamos a distintos torneos como, por ejemplo, El Cronista Open Golf.
-Para los interesados en el turismo y el golf, ¿cuáles campos recomendarías en la Argentina como impostergables?
-El que más me gusta de la Argentina es El Potrerillo de Larreta, es precioso. Los paisajes son hermosos y tenés muchos tipos distintos de hoyos. En subida, en bajada, en algunos tenés que tirar contra la montaña para que caiga. La verdad que está muy bueno y es muy lindo todo el contexto. También es distinto porque al estar en altura vuela distinto la pelota. Fui a varias de Córdoba como El Terrón. Otra que me gustó mucho fue Chapelco, en San Martín de los Andes que diseñó Jack Nicklaus, es muy linda.

-¿Cuáles son tus dos campos de golf preferidos a los que asistís habitualmente?
-Buenos Aires Golf y Estancias Golf Club, de Pilar. También podría nombrar a Nordelta que es muy abierta y si hay viento es difícil o Highland Park que es una cancha particular con bastantes árboles. Todas tienen como su impronta y son distintas. Algunas más de estilo inglés, otras más americanas. En cuanto a mantenimiento, Buenos Aires Golf y Nordelta son las mejores, están bien casi todo el año. Estancias es divertida. Tiene algunos hoyos par 4 más más cortos o algún par 5 que pegándolo bien tenés alguna chance de llegar en dos. Me parece una cancha muy buena que no es demasiado conocida.
-¿Long drive o approach?
-Long drive, porque tengo más chances que en un approach. Se suele pensar que se tiene mucha ventaja pegando fuerte o largo y la verdad que el golf es un deporte que acomoda mucho las cosas en ese sentido. Por ahí un jugador que mete muchos putts, que hace approach y putt o que no se equivoca, termina jugando mucho mejor que uno más vistoso que parece mucho mejor o que tiene más distancia. Es lo que tiene de lindo el deporte.

-¿Si tuvieras que salir solo con tres palos cuáles serían?
-Madera 3, hierro 8 y un sand. La madera 3 para la salida y creo que hasta 170 o 220 yardas podés controlar la distancia. En lo personal, muchas veces juego la madera 3 como un putter desde el borde del green, así que no me molestaría usarla como putter. El hierro 8 lo usaría para tener una distancia media y también lo puedo regular unas 10 o 20 yardas agarrándolo más corto o más largo. En tanto, el sand sería para salir de los búnkeres y todos los tiros de alrededor de 100 yardas.
-¿Alguna vez estuviste cerca de un hoyo en uno?
-Tuve la suerte de hacer un hoyo en uno en Club de Campo Los Pingüinos hace unos cinco años. Fue en el hoyo 3, de unas 135, 140 yardas, y me salió perfecto. Pegué con un pitch, picó dos veces y entró. Lo bueno fue que en nuestro grupo tenemos una especie de precontrato según el cual al que hace hoyo en uno todos los demás le tienen que dar dinero y con esa plata invitamos a una cena importante a todos en un buen restaurante.

-¿Cuál es el mejor campo de golf que conociste en tu vida?
-Dove Mountain, en Arizona. Nunca vi fairways tan buenos en mi vida, todos perfectos. Se han jugado torneos importantes ahí, es de PGA. Probamos jugar alguna ronda desde el fondo, pero es otro deporte, muy difícil. Fuera del diámetro de la cancha es todo desierto, pero los campos tienen un mantenimiento increíble. También fui a República Dominicana con amigos y conocimos canchas como Casa de Campo, Punta Espada, unos lugares preciosos. Tienen hoyos increíbles donde jugas al borde del mar.

-¿Qué es el golf para vos?
-A mí me da tranquilidad, es un cable a tierra. Si bien es un deporte tranquilo, también hay momentos de cierta adrenalina. Me gusta hacer un deporte que permite ir charlando y disfrutando con amigos, compartir con gente de distintas edades las experiencias de vida. Muchas veces también discutimos, tanto por política como por cuestiones diarias, pero de forma productiva y que te abren la cabeza. Eso te ayuda en la vida para después manejarte en un montón de aspectos. A mí me gusta mucho hablar con gente más grande y conocer su experiencia a través del golf y de la vida en general.
-¿Practicas o practicaste otros deportes?
-Juego al fútbol y al pádel. Me gustan todos los deportes en general. Desde muy chico jugué al vóley y me dediqué profesionalmente. Jugué en varios clubes como San Andrés, Bellavista y tuve la suerte de ir a jugar un Panamericano para un club de Uruguay. Al tenis también jugué bastante tiempo en Interclubes.

-¿Qué tiene el golf de especial que otros deportes no tengan?
-Creo que es un deporte que podés jugarlo prácticamente toda la vida ya que no tenés ciertas limitaciones físicas como en otros deportes en los que llega una edad en la cual inevitablemente tenés limitaciones. Después, el hecho de poder hacerlo la mayor parte del año. En la Argentina tenemos una variedad de canchas preciosas para disfrutar y paisajes muy lindos a muy corta distancia desde cualquier lugar laboral o de residencia. En la zona Pilar, por ejemplo, hay canchas espectaculares a 15 minutos o media hora. Además, a veces se cree que es un deporte muy caro y la verdad es que no es así.

-¿Quiénes son los miembros más habituales en tu línea?
-Somos entre ocho y 16 jugadores. El miércoles es el día que más gente juntamos. Lorenzo Kolocsar, Juan Bastino, Hugo Mica, Hugo Speciale, Guillermo Casal y Juan Deriane. Generalmente, con este grupo uno vez por año vamos a Córdoba. Lorenzo Kolocsar, que es muy bueno y ganó un montón de torneos amateurs, también me explicó bastante y me va corrigiendo hasta el día de hoy ciertas cositas para mejorar.
-¿Hay otros golfistas en tu familia?
-Mi tío y mi papá. El golf y la pesca son dos cosas que compartimos juntos con mi papá y lo disfrutamos. Cuando juego con él, el que pierde paga el Green Fee. Con mi grupo habitual, siempre hacemos alguna apuesta sin mucho significado económico.
-¿Tenés una anécdota divertida relacionada con el golf que quieras compartir?
-Estábamos en la cancha de Golf Club Argentino con mi tío. Yo tenía un híbrido en la mano y le pregunté si quería correr el carrito porque lo había dejado adelante mío, pero me respondió que no, que pasaba bien. Le pegué con todo y justo le di al carrito. “El teléfono”, se lamentó mi tío. Igual no me reprochó nada. Se le destruyó por completo, le pegó bien de lleno en el medio no existía ni un pedacito. Lo tenía a diez yardas de distancia y le pegué con un híbrido para 210, 220 yardas. La bolsa es grande y justo le di en el medio donde está el teléfono. Tenía que pasarle a dos metros del carrito, pero sucede mucho que alguno quizás se te para adelante cuando vas a hacer un tiro y te condiciona. O también con esos carritos eléctricos que uno le indica que caminen 10 yardas y quizás quedó más adelante de donde uno está pegando y bueno, parece que no, pero lo tenés ahí en tu vista. Esas cosas hay que respetarlas también por una cuestión que de seguridad. A veces le pegas muy mal por querer evitar pegarla a alguien.

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