
Por Marcelo Barba
La regularidad es como un piso. Una base sólida que construimos a fuerza de nuestra confianza.
Una plataforma que nos llevará, medianamente seguros y con cierta ‘regularidad’, a acceder a segmentos superiores de mayor experiencia y dominio.
Si buscáramos en un diccionario el significado de “Regularidad” encontraríamos definiciones tales como:

– Uniformidad en la manera de desarrollarse una cosa o determinada situación, sin que se produzcan fluctuaciones o grandes alteraciones
– Suceder un hecho, respetando una determinada frecuencia, norma o cadencia (Ejemplo: El jugador pasa el corte clasificatorio frecuencia; el sol en invierno sale alrededor de las 8 AM con regularidad, puntualidad, etc.).
¿Quién me explica el motivo por el cual el sábado pasado haya sumado un hermoso 85 y en esta oportunidad un increíble 110…?
¿Será que la respuesta está en mi falta de regularidad…? Puede ser. Pero no hay seguridad…

Porque hasta los profesionales que viven del Golf (los más ‘regulares’ que podemos conocer), tampoco resultan ser suficientemente ‘regulares’, como para asegurarse a sí mismos que estarán ‘casi siempre’ entre los 10 primeros.
Esto es tan claro que muchos de ellos ni siquiera logran pasar el corte clasificatorio, a pesar de haber ganado un torneo justo en la semana anterior.
La regularidad seguirá siempre relacionada a la ‘psiquis’; porque si quitásemos del camino a las miles de variables que hacen que ganemos triunfalmente o perdamos estrepitosamente un encuentro de Golf, nos encontraremos con la esencia de esta disciplina y de cualquier otro tipo de destreza física: con la Mente.
A este punto quisiera dejar claro (por si no lo hice antes hablando del ‘Equilibrio’) que nada se consigue sólo con el físico, sino que la mente se lleva la parte más rica y sabrosa del esfuerzo -pero eso no se ve ni se siente-

Tenemos pruebas suficientes (no me cansaré de citar a Tiger, mi ídolo) que demuestran que, con toda la ‘regularidad’ que este genio mostró en su época de oro, aún hoy, continúa esforzándose para volver a ser regular, es decir, para reencontrarse con ese grado de justeza en su driver, de precisión en sus hierros y de sutileza quirúrgica sobre el green y además, sentirse cómodo con toda la presión psíquica que supone mantenerse en ese altísimo nivel competitivo.
Entonces, alguno sabe acaso ¿cómo es que aparece y desaparece la regularidad…?
La regularidad es una virtud que no se pierde, sino que varía como el clima, fluctúa según las circunstancias personales que vivimos, los momentos por los que pasamos, los estados de ánimo y el grado de concentración que en definitiva podamos lograr en esos instantes en los que recurrimos a la memoria, buscando lo que oportunamente grabamos en la mente.

La regularidad, por fin, terminará relacionándose con nuestro ‘equilibrio’, con esa mezcla justa y precisa que tratamos de poner en cada ocasión (cerebral y física). Y cuando logremos una composición razonable –no sólo en Golf- estaremos más cerca de ser medianamente regulares y equilibrados en casi todo lo demás.
Para darle un cierre más ‘sedante’… diría que no nos obsesionemos (tanto) con la regularidad, porque ésta será ‘pendular’, aparecerá como las olas y como ellas también desaparecerá…

En realidad, la gran quimera que perseguiremos siempre, será tratar de retenerla por tiempo indefinido, pero no nos angustiemos excesivamente por ello, porque corremos el riesgo de no disfrutarla plenamente cuando nos visite.
Ella llegará sola, sin estridencias… y luego partirá.

Perseguir a la regularidad, será un desafío hermoso y por momentos alcanzable… pero tengamos presente que la esencia misma del hombre es ser irregular; en su temperamento, carácter y genio, que infaliblemente variarán con el tiempo y las circunstancias por las que atravesemos; y así, aprendiendo a vivir… se nos irá la vida.
Mis deseos de buen Golf para todos, que les salgan las mejores ejecuciones que ‘regularmente’ saben hacer y que disfruten como siempre con sus amigos…
4 respuestas a “La regularidad en el golf: esa quimera tan buscada”
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Excelente articulo Sr. Marcelo, nunca pude tener una regularidad pero si tuve tiros que me llenaron de alegría, fueron cuando no pensé en nada solo estábamos la pelota, el palo y yo en ese momento, ni siquiera mis compañeros o el tratar de pensar como golpear estaban en mi mente y fueron golpes hermosos, ojala pudiera repetirlos con mas regularidad pero no, a veces la mente no tiene ganas de dejarme jugar.
Un abrazo y gracias por estas publicaciones.-
Estimado Carlos, gracias por tu lectura y conceptos… es la pila que necesitamos para hacer esto y seguir compartiendo con “regularidad” nuestras experiencias y notas.
Saludos cordiales…!!!
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Excelente artículo, muy claro y sintético sobre un tema que nos atañe a todos y que nos resulta tan difícil manejar.
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Gracias Roberto, por tu lectura y comentario, la regularidad es uno del os dos puntos más difíciles de lograr y mantener… el otro es el Equilibrio… del que hablaremos hasta el fin…
Saludos cordiales !!

4 Comments
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Excelente articulo Sr. Marcelo, nunca pude tener una regularidad pero si tuve tiros que me llenaron de alegría, fueron cuando no pensé en nada solo estábamos la pelota, el palo y yo en ese momento, ni siquiera mis compañeros o el tratar de pensar como golpear estaban en mi mente y fueron golpes hermosos, ojala pudiera repetirlos con mas regularidad pero no, a veces la mente no tiene ganas de dejarme jugar.
Un abrazo y gracias por estas publicaciones.-
Estimado Carlos, gracias por tu lectura y conceptos… es la pila que necesitamos para hacer esto y seguir compartiendo con “regularidad” nuestras experiencias y notas.
Saludos cordiales…!!!
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Excelente artículo, muy claro y sintético sobre un tema que nos atañe a todos y que nos resulta tan difícil manejar.
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Gracias Roberto, por tu lectura y comentario, la regularidad es uno del os dos puntos más difíciles de lograr y mantener… el otro es el Equilibrio… del que hablaremos hasta el fin…
Saludos cordiales !!
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