
Un fatídico hoyo 15 empañó la ronda de Rory McIlroy
La primera ronda del BMW Championship, segundo evento de los playoffs de la Copa FedEx, culminó con un sorprendente líder. Keegan Bradley cerró la jornada en la cima del tablero con 64 golpes, a uno de distancia del australiano Adam Scott que prolongó su buen momento tras un Top 5 en el St. Jude.
Bradley, de 36 años y campeón del certamen en 2018, cerró los primeros nueve hoyos con una brillante actuación de 29 golpes que incluyó seis de los ocho birdies que marcó en la ronda (bogey en el 11).
En el golf cada hoyo es una historia distinta, tanto para bien como para mal. En el BMW Championship, Rory McIlroy vivió en carne propia el aspecto negativo de esa sentencia. Luego de marcar un birdie en el 14, donde incluso tuvo la chance de lograr un águila, se ubicaba a un golpe de la cima con cuatro hoyos por jugar.
Sin embargo, al situarse en el tee del 15 todo cambió y el norirlandés tuvo un hoyo fatídico en el cual recibió un golpe de penalización por el tiro de salida que cayó al agua y luego necesitó tres putts dado que el segundo bordeó el hoyo y salió, lo cual le costó un triple bogey que lo relegó en las posiciones y complicó sus aspiraciones de alcanzar el título.
McIlroy pagó muy caro su error y finalizó la jornada con 68 golpes que tuvieron un sabor amargo, sumado a una dosis de mala fortuna en el putt de los dos siguientes hoyos que hubiesen compensado el impacto del error en el score. Sin embargo, demostró que su juego está en un gran nivel basado en su poder de alcance sin perder precisión. Con un promedio de 323 yardas en la ronda, aprovechó su potencia para ganar golpes al evitar la curva desde el tee del hoyo 11 con un excelente tiro de 365 yardas.
A dos golpes de la cima se ubica Justin Thomas, el único jugador del field que conocía el campo. El estadounidense registró un águila y cuatro aciertos y se dio varias chances de birdies. Una actuación que lo posiciona como otro serio candidato al título esta semana.
Por su parte, Scottie Scheffler firmó una tarjeta con el mismo score alternando buenas y malas en una ronda durante su recorrido. Sus siete aciertos se diluyeron con un doble bogey y dos bogeys mientras que Jon Rahm no sostuvo el nivel mostrado en St. Jude. El español alcanzó largas distancias como de costumbre, pero no encontró respuestas ante los desafíos del campo, principalmente desde el rough. En consecuencia, cerró su participación con 73 golpes (+2).
Emiliano Grillo cerca del hoyo en uno
El argentino cerró una buena primera ronda con un score de tres golpes bajo el par y fue el mejor de los latinos. A pesar de no haber jugado mucho desde el fairway, el argentino erró pocos greens. Su falencia volvió a estar en su irregularidad con el putt, faceta que le genera complicaciones habitualmente y le impide sacar mayor rédito de su gran juego de tee a green.
En el hoyo 15, de 216 yardas, Grillo protagonizó uno de los momentos destacados dado que estuvo increíblemente cerca de conseguir un hoyo en uno. Luego de dos piques, su pelota rodó a escasos pies de la bandera y finalmente selló el birdie. A continuación, falló un putt para birdie desde 17 pies e incluso terminó con un bogey. De una distancia similar, logró un nuevo acierto en el 17 y completó su actuación con 68 golpes.
Por su parte, Joaquín Niemann completó un buen comienzo con 69 impactos, entre los cuales sobresalió un putt de 57 pies para birdie en el hoyo 11. En total sumó cuatro aciertos y dos bogeys mientras que su compatriota Mito Pereira terminó sobre el par con 74 golpes (+3). En tanto, el colombiano Sebastián Muñoz se ubica 34° con un score de -1.

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