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Jornada histórica en el US Open: Rickie Fowler y Xander Schauffele marcaron las rondas más bajas en la historia del torneo y lideran tras 18 hoyos

Las condiciones climáticas del sur de California no permitieron a la organización preparar un campo con un rough tan alto como se esperaba. Ante esa situación, sumado al poco viento que hubo en gran parte del día, las inclinaciones de los anchos fairways no fueron suficiente obstáculo para detener a los mejores jugadores del mundo, que lograron bajos scores en una histórica primera ronda del US Open.
Los Ángeles Country Club fue escenario de un doble registro del récord de ronda más bajo en los 123 años de historia del torneo. Tanto Rickie Fowler como Xander Schauffele establecieron con pocos minutos de diferencia el récord del US Open con 62 golpes y lideran el campeonato tras los primeros 18 hoyos. A su vez, igualaron la marca de la ronda más baja en un Major que posee Branden Grace desde que completó con 62 impactos la tercera jornada del Abierto Británico 2017.
Otro acontecimiento histórico vivido por partida doble fueron los hoyos en uno que consiguieron el estadounidense Sam Burns y el francés Matthieu Pavon en el hoyo 15 de 124 yardas. Fue la primera ocasión en un US Open en la que se marcaron dos hoyos en uno en el mismo hoyo durante una ronda.
Rickie Fowler comenzó su recorrido por el tee del décimo hoyo, con cuatro aciertos y dos errores en los primeros ocho hoyos. Luego, encadenó cuatro birdies que lo elevaron a la cima del tablero. Gracias a dos nuevos aciertos en el sexto y octavo hoyo, sumó diez birdies en total y registró otra marca histórica al conseguir la mayor cantidad de birdies en el certamen. Luego de algunos años de opacos rendimientos, Fowler se encuentra en pleno proceso de recuperación y busca volver a ganar.
Por su parte, Xander Schauffele firmó una tarjeta con ocho birdies, libre de bogeys, y también completó una jornada para el recuerdo que lo ubica como uno de los líderes tras los primeros 18 hoyos. Schauffele es el jugador con más Top 10 (ocho) sin haber conseguido una victoria en la actual temporada.
A dos golpes de la cima, finalizaron Dustin Johnson y Wyndham Clark, seguidos por Rory McIlroy y Brian Harman con -5 y, un escalón más atrás, terminaron Scottie Scheffler, Bryson DeChambeau y Sam Bennett, entre otros, con tres golpes bajo el par.

Una jornada atípica para un US Open que tuvo muchos scores bajo par
Este año, a juzgar por la primera jornada, el US Open dejó la sensación de haber intercambiado roles con el PGA Championship. Si bien el Abierto de Estados Unidos es conocido como la prueba más difícil de los Majors, esta edición en la costa oeste resultó en un campo accesible para una gran cantidad de golfistas. Al cabo de la ronda inicial, 37 jugadores finalizaron bajo el par de campo.
La ronda de Rory McIlroy se dividió en dos etapas. Unos primeros nueve hoyos absolutamente en control de su juego y una vuelta donde esas sensaciones se le diluyeron. Comenzó con un birdie tras una salida de 382 yardas en donde incluso estuvo cerca de hacer águila. Dos aciertos en el 2 y el 5, otra brillante salida en el 7 que selló con birdie que le permitió rápidamente situarse en las principales posiciones.
Su juego se basó en una estrategia clara: mucha potencia en las salidas con un alto porcentaje de eficacia (16 de 17 greens en regulación) y precisión sobre el green. Siguió firme con un nuevo birdie en el 8, pero luego todo cambió. A partir de ese momento sólo administró la diferencia. Marcó un birdie en el 15 para igualar a Johnson como inmediato perseguidor de los líderes, con -6, pero sufrió ante el rough alrededor del green en el hoyo final y cerró con bogey.
Scottie Scheffler empezó con el pie izquierdo debido a un bogey, pero rápidamente escaló en el tablero. Lo que en un principio parecía una ronda complicada, terminó con un tono similar a sus últimas presentaciones. Es decir, un juego de tee a green propio de un número uno del mundo combinado con imprecisiones con el putter (se ubicó último en el Memorial en las estadísticas sobre el green). Por tal motivo, sus 67 golpes tuvieron un sabor a poco por su excelente performance en las restantes facetas del juego. Marcó cinco birdies y en el hoyo final hizo tres putts que le significaron un nuevo bogey.

La jornada de Jon Rahm fue muy luchada. Su rendimiento estuvo en una línea similar al del PGA Championship. El español estuvo incómodo a lo largo de toda la ronda, pero su categoría y su espíritu competitivo forjado en Barrika le permitieron mantenerse bajo el par. Sus tres aciertos y dos errores dan cuenta de un inicio correcto en el cual necesitó su mejor golf para sostenerse.
Una nueva actuación destacada de los jugadores de LIV Golf
Como sucedió en los anteriores Majors del año, los jugadores pertenecientes a LIV Golf tuvieron un buen desempeño, con tres representantes en el Top 10. La mala fortuna de un putt para par que bordeó el hoyo y salió le impidió a Dustin Johnson cerrar en el segundo puesto en solitario una ronda con siete aciertos mientras que Bryson DeChambeau (T7) registró seis birdies y tres bogeys.
Brooks Koepka, reciente campeón del PGA Championship y dos veces ganador del US Open, padeció toda la ronda. Tres bogeys en sus primeros seis hoyos afectaron de entrada su score. Los dos aciertos consecutivos en los hoyos 8 y 9 fueron un impulso que no pudo usufructuar para cambiar el rumbo de su jornada y llegó hasta el final con nueve pares. De esa forma, concluyó con un golpe sobre el par en el 56º lugar.
Con el objetivo de lograr su Grand Slam, Phil Mickelson (salió desde el tee del hoyo 10) presentaba un score de -3 luego de 13 hoyos disputados y un espectacular birdie producto de un largo putt en el hoyo 4 del campo. Sin embargo, dos bogeys seguidos en el 6 y el 7 le hicieron perder terreno en las posiciones.

Los integrantes del equipo Torque Joaquín Niemann (el mejor de los latinos) y Sebastián Muñoz (cerró con tres birdies consecutivos) también completaron un inicio positivo con un 14º puesto en base a una tarjeta de dos golpes bajo el par. David Puig firmó una tarjeta bajo el par de 69 golpes (-1) y Mito Pereira 71 (+1).
Alejandro Del Rey, la sorpresa del US Open entre los hispanos
El español Alejandro Del Rey, de 25 años, fue autor de uno de los golpes del día en el sexto hoyo, en el cual pegó desde 301 yardas se segundo golpe y dejó su pelota dada para águila. A continuación, necesitó recurrir a su mejor expresión del juego corto para salvar el par con un largo putt. En total, el cosechó un águila, tres birdies e igual cantidad de bogeys para un score de -2 y finalizó en el 14º lugar.
Otra de las sorpresas la protagonizó el amateur mexicano Omar Morales, quien ganó su cupo a través de la clasificación. Morales tuvo un sólido inicio con 32 golpes de ida, producto de tres birdies. De esa manera, se dio el gusto de liderar el US Open durante algunos hoyos, aunque en la vuelta registró cuatro bogeys y cerró con un score de +1.
El capitán del equipo hispano Fireballs, Sergio García, estuvo presente en un Major luego de su ausencia en el PGA Championship y selló 70 impactos (par) al igual que Abraham Ancer, quien debió batallar para cerrar una ronda en el par del campo tras dos errores en sus primeros cinco hoyos. En tanto, el colombiano Nicolas Echavarria, los argentinos Emiliano Grillo y Mateo Fernández de Oliveira y el mexicano Carlos Ortiz terminaron sobre el par.

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