Joaquín Niemann en el LIV: “Boston fue la mejor experiencia que tuve en una cancha de golf”.

El arranque de Joaquín Niemann en el LIV Golf fue espectacular. Durante los tres días de la competencia se mantuvo en los primeros puestos de la competencia. Inclusive e último día tuvo altas chances de quedarse con el título, igualando en -15 con el estadounidense Dustin Johnson y el indio Anirban Lahir.

Para para definir al ganador se disputó una ronda de desempate. El par 5 del hoyo 18 se repitió y ahí el norteamericano sentenció el Playoff con un eagle, llevándose los cuatro millones de dólares correspondientes para el ganador. La bolsa “consuelo” para Joaquín fue de US$ 1.812.500.

Más allá de los contratos y premios millonarios, a Niemann se lo vio suelto y seguro.  Al finalizar la ronda de desempate, el ganador de dos fechas del PGA Tour, dijo a las cámaras que “Fue la mejor experiencia que he tenido en una cancha de golf”. Ya lo había anticipado el viernes, día de la primera ronda cuando dijo al finalizar: “cuando caminas y escuchas la música, hay un estado de ánimo diferente. Me sorprendió lo joven que era toda la multitud. Sí, había mucha electricidad en la atmósfera”.

Lejos de los susurros y el sonido ambiente casi muteado, en LIV, los parlantes enormes, puestos a lo largo del campo, reproducen durante toda la ronda los grandes clásicos y las canciones que más suenan en las radios. Y esta situación, que lejos de molestar a los jugadores, parece relajarlos. Todo era risas mientras salían del tee o se preparaban para golpear el putt, siempre bajo unas líneas de hits mundiales.

Según un artículo, publicado por el diario chileno La Tercera, si uno se enfoca netamente en los protagonistas, estos también se ven diferentes en este LIV. No hay rivalidad, ni malas caras. Todo lo contrario. Ríen, comparten y hasta bromean en conjunto durante juegan todos a la par.

Durante la primera jornada se pudo ver a Bubba Watson entrevistando a Harold Varner III mientras este último iba en el hoyo 12. En medio de las rondas, se toman el tiempo para conversar y charlar sobre las sensaciones del juego.

Watson, quien fichó este año por el LIV pero no jugará hasta 2023 por una lesión, es una especie de anfitrión de la liga durante estas fechas. Además de entrevistar a los jugadores, se pasea por las zonas de fanáticos y hace videos para los canales oficiales.

Además, en los días previos al arranque del torneo, los jugadores comparten cenas de camaradería. A diferencia del PGA Tour en donde cada uno iba por su lado, aquí se busca formar un grupo fuerte entre los competidores.

La entrega de premios también es muy distinta. A diferencia del PGA donde los títulos se entregan de manera solemne y a pasos del green final, en el LIV existe un podio, al más puro estilo de la Fórmula Uno.

Los jugadores celebran con champaña y cámaras Go Pro conectadas a las botellas. Es un festejo total, en donde hay luces y flash por todas partes. Algo que en el PGA hubiese sido muy difícil de ver.