
- El contenido de este artículo es un extracto del capítulo “El equilibrio … un tema recurrente” del libro “El golf y la madre que los pario” escrito por nuestro columnista: Marcelo H Barba. El libro ya está disponible en su versión E Book en Amazon.
La historia del Golf está escrita con pasión en páginas milenarias. Este deporte que consiste en impulsar una pequeña pelota, utilizando para ello distintos palos, de variadas formas, a lo largo de un recorrido por hermosos campos de césped, introduciendo la bola en los hoyos previstos, pero en todo caso con el menor número de golpes posibles.
Todo esto, dentro de unas reglas que han variado muy poco desde 1754 y que deben respetarse cuidadosamente.
Es un deporte practicado en casi todo el mundo, con mayor o menor fanatismo, pero que año tras año mueve una inmensa cantidad de millones de dólares en premios, llegando inclusive a rendirle un culto fanático como en Japón.

Son numerosos los países que reclaman la paternidad de esta exigente disciplina. Desde los tiempos de la dominación romana en la Europa Continental y en las Islas Británicas se conocen distintos tipos de juegos en los que se utilizaba un bastón y una pelota.
Los holandeses reclaman la paternidad del juego basándose en la genealogía de la palabra Golf que proviene de kolf, ya que así denominaban las muletas.
Francia pretende presentar antiguos juegos como antepasados del golf, como la “Paillemaille y el Coulpe” practicados hace más de 600 años, utilizando una bola y un palo.

En el País Vasco y en la Meseta Castellana se practicaba ancestralmente este juego, recibiendo el palo el nombre de cachiporra, por tener en su extremo un grueso nudo con el que se golpea la pelota.
Incluso los italianos defienden su paternidad basándose en la existencia de una pintura que hay en la ciudad de Verona, cuya antigüedad data del siglo III de nuestra era en el que aparece la imagen de lo que podría ser un golfista.
Y para no quedarse atrás, los chinos también reclaman al golf como el deporte inventado por ellos desde hace más de mil años. Para sostener su reclamo se basan en los dibujos y murales de la antigüedad que les permiten asegurar que este juego fue inventado durante la dinastía Song (960-1279) y que posteriormente fue exportado a Holanda y Escocia gracias a la invasión mogola de Europa en los siglos XII y XIII.

Los tipos de palos utilizados por los chinos en esos primeros años tenían tres diferentes tipos de puntas, uno de ellos con punta de metal, otro plano y el tercero en forma de cuchara. Estos eran muy semejantes al brassie, driver y spoon, empleados ahora.
El Wan Jung, libro dedicado a los deportes de pelota en China escrito en 1282, señala que los emperadores Hui Zong (1109)-1125) y Zhang Zong (1190-1208), eran muy aficionados al chui wan que se jugaba con palos de colores y bolas que se llevaban en bolsas de seda.
Lo real en cuanto a la creación del juego en sí, es que, al fundarse la Universidad de Saint Andrews en Escocia, el golf ya estaba muy difundido en Europa y era practicado por todas las clases sociales en terrenos públicos.

Se trataba de auténticos links, franjas de tierras despejadas y arenosas a la orilla del mar, cubiertas en parte por hierba silvestre.
El origen de los bunkers o trampas de arena se debe a que en dichos terrenos se refugiaba y descansaba el ganado. Estas depresiones del terreno eran utilizadas por el ganado para abrigarse del viento y no tenían hierba.
El origen de los greenes en cambio, era el producto del corte en círculos que hacían las cabras carneros atados a un palo clavado en la tierra. Mientras éstos comían y dejaban el pasto al ras del piso, la larga cuerda que los retenía al palo se iba enredando y les servía de radio. Luego, al retirar la vara, quedaba un limpio agujero central que finalmente se usaba para embocar la pelota.
El primer documento escrito que menciona a este deporte data del seis de marzo de 1457, cuando el Parlamento Escocés promulgaba una orden del Rey Jacobo II que prohibía su práctica con el fin de evitar que los ciudadanos descuidaran el ejercicio del tiro con arco, arma defensiva utilizada contra los ingleses y los piratas.

El golf había hecho su debut a lo grande en Europa, tema que ocasionó que un Rey lo prohibiera. Casi cuarenta años después el mismo Rey se vio obligado a emitir un decreto más severo. En 1503 se abolió definitivamente la prohibición.
La promoción real del golf, hoy se debe a las Casas Tudor y Estuardo. En 1608 se fundó, gracias al apoyo de Jacobo I, el primer campo de golf del mundo, bajo el nombre de “Royal Black Heath Golf Club”, ciento cuarenta y seis años antes que se constituyese el Club Escocés Saint Andrews. El Rey Guillermo IV, ennoblece a Saint Andrews con el título de “Royal and Ancient”
Dos años más tarde se establece el recorrido de 18 hoyos en juego, nueve de ida y nueve de vuelta, adaptando el itinerario de los hoyos a la forma alargada de los campo.

En 1840 todos los clubes existentes y que practicaban golf reconocen la autoridad de Saint Andrews en materia legislativa del deporte. Desde entonces el Comité de Reglas del Royal and Ancient Golf Club of Saint Andrews son respetadas en el mundo entero.
En 1810 aparecen los primeros campos de golf en los Estados Unidos y a finales del siglo XIX, se produce una expansión de este deporte por todo el territorio estadounidense.
El primer campo de golf con 18 hoyos y una longitud de 5.877 yardas se construyó en Chicago.

Volvamos al presente
Cuando uno intenta encontrar un tiempo para distraerse, pensando en una actividad donde por lo menos pueda identificar estas características, el Golf resulta ser un increíble descubrimiento ‘Chino’.
En él se conjugan “equilibradamente” estas cosas que terminan por diferenciarlo de cualquier otro deporte. Luego de unos años de haber aprendido sus reglas (no todas, obviamente) y una minúscula parte de la técnica que requiere su ejecución en su largo camino hacia la perfección, me animo a decir que esa disciplina, seguramente debió provenir de una cultura tan antigua y perenne como la China, del mismo modo que las artes marciales.

Porque también en el Golf se entrelazan de forma muy natural y armoniosa, el pensamiento y la concentración profunda con el dominio corporal, para poder coordinar en un único movimiento muchísimos músculos que, en una fracción de segundo deberán sintonizarse en una sola frecuencia, para ejecutar un golpe perfecto.
Si a todo esto le sumamos las siguientes ‘atracciones’ adicionales:
- Relajantes caminatas por praderas especialmente cuidadas y respetadas en su naturaleza;
- La posibilidad de encontrar y vivir momentos de paz y de mantener un diálogo tranquilo con quienes nos acompañen; ó con uno mismo (cuidado… hay que arriesgarse a eso)
- La oportunidad única de conocer más profundamente a quien nos acompañe a través de un inocente y pacífico juego
- El increíble desafío mental y físico de uno mismo contra el entorno natural y las dificultades que nos propone la cancha;
- El análisis y la oportuna ejecución de estrategias de juego (¿sólo de juego…?);
- El manejo solitario de situaciones personales de derrota y triunfo;
- Los momentos ‘claves’ de honestidad para con uno mismo;
- El fortalecimiento y templanza de la perseverancia y la humildad;
- La resolución de conflictos inesperados con creatividad y autonomía
- El placer y el goce, por sobre todo lo demás…
El resultado que obtendremos de este cóctel será exquisito, simple y perfecto: GOLF.
4 respuestas a “Golf un deporte con tradición centenaria y probablemente milenaria.”
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Muy interesante artículo , me parece que te falto decir que te hace ejercitar la capacidad de frustración permanentemente . Slds
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Hola Alejandro. Gracias por tu lectura y comentario !!!
Coincidimos. El Golf te hace ejercitar no sólo la capacidad de frustración (que no es permanente) sino la resiliencia, perseverancia, paciencia, tolerancia, creatividad y otras tantas cosas más que seguramente alguno habrá experimentado en su experiencia. Lo más significativo para mí, es el punto donde el Golf y nuestra propia vida se entremezclan y estos “ejercicios” de aprendizaje de ‘capacidades’ nos sirven mucho desde uno y otro lado…
Abrazo y saludos cordiales. -
Excelente artículo. Pronto serán 49 años jugando golf.
He practicado varios deportes ,pero el golf es el que tiene un espíritu propio y nos sumerje en la reflexion sobre cada movimiento,en medio de un paisaje,aire,sol, silencio y tambien tensión, cuando el evento es importante. ..Ese ejercicio,repetido muchas veces,con pensamientos que emergen entre cada golpe,acaricia nuestro espíritu y hace del juego una disciplina,que nos hace mejores. En una pequeña medida,enriquece.nuestra conducta. ..Y Un último pensamiento: Recuerdo borrosamente los dos únicos “hoyos en uno”( 1995 y 97) ,pero podría reproducir al detalle las 4 finales perdidas en el último golpe del hoyo 18! -
Hola José María, un grandísimo placer leer tus líneas y a través de ellas imaginarte como el apasionado golfista que aparece en cada frase. Sin temor a equivocarme siento que eres del grupo “que ya pegó la vuelta”, que todo lo que te regaló esta magnífica disciplina desde lo deportivo y humano hace que surja tu particular análisis. Creo, sin ánimo de ofender a nadie, que somos muy pocas las personas que pudimos atravesar esa línea tan sutil e imaginaria que separa al golf de nuestra propia vida y tu demuestras claramente lo que digo…
Gracias por leernos y darnos “letra” en nuestros comentarios y notas.
Cordiales saludos !!!

4 Comments
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Muy interesante artículo , me parece que te falto decir que te hace ejercitar la capacidad de frustración permanentemente . Slds
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Hola Alejandro. Gracias por tu lectura y comentario !!!
Coincidimos. El Golf te hace ejercitar no sólo la capacidad de frustración (que no es permanente) sino la resiliencia, perseverancia, paciencia, tolerancia, creatividad y otras tantas cosas más que seguramente alguno habrá experimentado en su experiencia. Lo más significativo para mí, es el punto donde el Golf y nuestra propia vida se entremezclan y estos “ejercicios” de aprendizaje de ‘capacidades’ nos sirven mucho desde uno y otro lado…
Abrazo y saludos cordiales. -
Excelente artículo. Pronto serán 49 años jugando golf.
He practicado varios deportes ,pero el golf es el que tiene un espíritu propio y nos sumerje en la reflexion sobre cada movimiento,en medio de un paisaje,aire,sol, silencio y tambien tensión, cuando el evento es importante. ..Ese ejercicio,repetido muchas veces,con pensamientos que emergen entre cada golpe,acaricia nuestro espíritu y hace del juego una disciplina,que nos hace mejores. En una pequeña medida,enriquece.nuestra conducta. ..Y Un último pensamiento: Recuerdo borrosamente los dos únicos “hoyos en uno”( 1995 y 97) ,pero podría reproducir al detalle las 4 finales perdidas en el último golpe del hoyo 18! -
Hola José María, un grandísimo placer leer tus líneas y a través de ellas imaginarte como el apasionado golfista que aparece en cada frase. Sin temor a equivocarme siento que eres del grupo “que ya pegó la vuelta”, que todo lo que te regaló esta magnífica disciplina desde lo deportivo y humano hace que surja tu particular análisis. Creo, sin ánimo de ofender a nadie, que somos muy pocas las personas que pudimos atravesar esa línea tan sutil e imaginaria que separa al golf de nuestra propia vida y tu demuestras claramente lo que digo…
Gracias por leernos y darnos “letra” en nuestros comentarios y notas.
Cordiales saludos !!!
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