La cita máxima del golf por equipos se acerca cada vez más. Del 29 de septiembre al 1º de octubre, Estados Unidos y Europa se enfrentarán en una nueva edición de la Copa Ryder en el campo Marco Simone, ubicado en Roma, Italia. Como cada duelo en suelo europeo, el público jugará su papel para hacer valer la localía y extender la racha de 30 años sin derrotas en su continente.
Una vez finalizado el Tour Championship, el capitán estadounidense Zach Johnson definió sus seis selecciones. Quizás condicionado por algunas sorpresas entre los clasificados automáticamente como los ganadores de majors Wyndham Clark y Brian Harman, Johnson utilizó sus cartas para recurrir a jugadores con experiencia.
Sus seis elegidos fueron Brooks Koepka, Justin Thomas, Rickie Fowler, Jordan Spieth, Collin Morikawa y Sam Burns. Los mencionados se suman a los seis que obtuvieron su lugar mediante la clasificación automática: Scottie Scheffler, Wyndham Clark, Brian Harman, Patrick Cantlay, Max Homa y Xander Schauffele. Por lo tanto, serán cuatro debutantes en Copa Ryder: Clark, Harman, Homa y Burns.
En consecuencia, no estarán presentes Tony Finau, Cameron Young, Keegan Bradley, Denny McCarthy y Lucas Glover ni tampoco otros miembros de LIV Golf como Dustin Johnson o Bryson DeChambeau. Finau ganó dos títulos al igual que Bradley, pero su nivel decayó en el tramo final de la temporada mientras que Glover, por el contrario, consiguió dos triunfos consecutivos que lo situaron en la discusión de forma inesperada pocos meses atrás.
Brooks Koepka y Justin Thomas, los dos casos de mayor impacto
El contexto del golf mundial fue determinante para facilitar la decisión de Johnson. El acuerdo alcanzando entre el PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita modificó el panorama y allanó el camino para la elección de Brooks Koepka. Luego de consagrarse campeón del PGA Championship, sumado a un segundo puesto en el Masters, se especulaba con su clasificación automática en caso de alcanzar un buen resultado en los restantes campeonatos grandes.
De hecho, Koepka estuvo muy cerca de conseguirlo, pero fue superado por muy poco por Schuffele. Sin existir un conflicto por ser parte de LIV Golf, su rendimiento en los escenarios importantes lo respalda para estar presente en el Marco Simone, sumado a un título que consiguió este año en el evento de LIV Golf que se llevó a cabo en Orlando. A sus 33 años, lleva tres participaciones en la competencia, con un récord de dos victorias y un empate en duelos individuales.
Otra de las situaciones que generó revuelo en el tramo final de la temporada fue la de Justin Thomas, quien completó una irregular temporada. Su nivel quedó reflejado en su sorprendente ausencia de los playoffs de la Copa FedEx por no alcanzar el Top 70 de la clasificación y tres cortes fallados en los majors.
Thomas luchó hasta último momento, compitió en los últimos torneos para ganarse un lugar e incluso estuvo cerca de lograr acceder de forma emocionante con su golpe final en el Wyndham Championship. “Ha sido el corazón del equipo. En mi mente, él nació para esto y no lo puedes dejar en casa”, expresó Johnson respecto a su decisión.
El esfuerzo por conseguirlo también explica la confianza que le depositó Johnson. Entre los resultados y la experiencia junto a la personalidad, la balanza se inclinó para el lado de confiar en la jerarquía de Thomas y seguramente conformará una potente dupla con su amigo Jordan Spieth.
Jerarquía, trayectoria y sociedades, las claves de la elección de Zach Johnson
En la última edición de la Copa Presidentes, Thomas y Spieth fueron demoledores y sobresalieron. La dinámica entre ambos trasciende el campo el golf y ese vínculo eleva el nivel de ambos al competir como dupla. Aunque las estadísticas de Spieth en partidos individuales no son alentadoras, su elección se basa en su experiencia de cuatro ediciones disputadas y su brillante rol en los duelos por parejas. Esta temporada acumuló siete Top 10, incluido un segundo lugar en el RBC Heritage, y finalizó octavo en el listado de puntos para la Copa Ryder.
A raíz del regreso a la gloria que protagonizó este año con su triunfo en el Rocket Mortgage Classic, Rickie Fowler recibió la confianza del capitán. Con amplia experiencia gracias a sus cuatro participaciones en la Ryder desde su debut en 2010, se reencontró con su juego desde su destacada actuación en el US Open, donde fue líder hasta la ronda final.
La selección de Collin Morikawa es otra muestra de que Johnson apostó por jugadores consagrados. Posiblemente, las buenas señales que mostró en los eventos de playoffs, con una espectacular ronda inicial de 61 golpes en el Tour Championship, terminaron por convencer al capitán para que sea uno de los nombres presentes en Roma.
Aunque no haya vuelto a ganar desde su coronación en el Abierto Británico 2021, Morikawa es sin dudas uno de los mejores golfistas del mundo con un magistral juego de hierros. Además de sus dos títulos de majors, lo avalan sus rendimientos como parte del equipo estadounidense de la Copa Ryder 2021, donde aportó 3,5 puntos.
La convocatoria más imprevista puede considerarse la de Sam Burns. Su precisión con el putt, el tercer mejor registro del equipo detrás de Schauffele y Homa, lo convierte en un buen complemento de Scottie Scheffler, la principal figura del conjunto (jugaron juntos en la última Copa Presidentes). A sus 27 años, debutará en la Copa Ryder en un marco complicado por el fervor del público europeo que hace pesar la localía.
La consagración en el torneo WGC Dell Technologies Match Play resultó especialmente valiosa para Burns por demostrar su capacidad para los duelos individuales, en un certamen que tuvo una inesperada final frente a Cameron Young mientras que el duelo por el tercer puesto lo protagonizaron Scheffler y Rory McIlroy. Su cierre de temporada fue positivo, con un T-9 en East Lake y un T-15 en el BMW Championship.
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