En una final dramática y con un carácter enorme, McIlroy se lleva la gloria en Escocia

Rory McIlroy tuvo un brillante final para sellar su segundo título consecutivo de la Serie Rolex en el Genesis Scottish Open.

El ahora número dos del mundo ingresó a la ronda final con una ventaja de un golpe, pero en un día dramático con fuertes vientos en The Renaissance Club, el jugador local Robert MacIntyre amenazó con llevarse la victoria.

El escocés tuvo una remontada impresionante al último dia para anotar un 64 y liderar por uno con 14 bajo par, pero el cuatro veces ganador del Major Championship McIlroy nunca sabe cuándo está vencido y lanzó un golpe de salida a un metro y medio en el 17 para compartir el liderazgo.

Pero el norirlandés con su fuego sagrado con un approach de tres metros emboco para firmar 68 y sellar una victoria notable.

Esta es la primera victoria de McIlroy en suelo escocés y eleva su lista en el DP World Tour a 16.

También se convierte en el primer jugador en ganar el Abierto de Escocia, el Abierto de Irlanda y el Campeonato Abierto la semana antes de ir en busca de un quinto Major en Royal Liverpool, el escenario de su victoria en Claret Jug en 2014.

“Esto está a la altura de lo mejor de mis actuaciones, especialmente después de fallar el putt corto para birdie en el 16. Pensé que, si podía hacer birdie en uno de los dos últimos y entrar en un desempate, sería una ventaja”, sostuvo un McIlroy exuberante.

“El hierro cinco del 17 y el dos del 18 son probablemente dos de los mejores tiros que he pegado en todo el año, y luego poder rematarlos con los putts”

“Se siente absolutamente increíble, superar la línea y tener un poco de confianza para la próxima semana y el resto de la temporada es enorme”.

En la cuarta jornada, las salidas se adelantaron para evitar el fuerte viento que podía poner en dificultad el desenlace del torneo. Rory había salido como líder con un golpe de ventaja, pero los primeros 9 hoyos que habían sido sólidos para él las tres primeras rondas (ocho bajo par de jueves a sábado) se le cruzaron. El resultado fue un dos sobre par, cuatro bogeys y dos birdies, y la cesión del liderato al escoses Robert Macintyre.

Colin Montgomerie figuraba como el único jugador local que ha ganado el Abierto de Escocia y era suficiente atractivo para Macintyre, que planteó un agresivo ataque. Saltó al liderato en solitario después de un eagle en el hoyo 10 y cuando cubrió los 18 hoyos en 64 golpes -aún a McIlroy le quedaban dos hoyos- se dio por bueno el 14 bajo par. El viento ya estaba desatado y era una gran oportunidad de festejar como local.

Pero el norilandés es un golfista cabeza dura. Tenía todo en contra. En el hoyo 17, y casi al alba, se había conseguido el único birdie del día. Parecía imposible que se lograse. Pero él abrió esa puerta y luego llegó el 18, que lo jugó de pelicula. El golpe final con el putter desde tres metros entró por todo el centro y el líder del equipo europeo en la próxima Ryder Cup se llevó el torneo. Jugó en cuatro bajo par los últimos nueve hoyos.

Tras cinco meses sin ganar, desde Dubai, con la presencia en los titulares más por la defensa a ultranza del golf fuera del LIV Golf -lo último aquello de “si no hubiese otro circuito que el LIV, me retiraría y sólo jugaría los grandes”-, McIlroy, 32 victorias entre PGA Tour y DP World Tour vuelve a ser el golfista del que habla todo el mundo.