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El regreso a la gloria de Rickie Fowler: su popularidad, un carisma ideal para los sponsors, un divertido video bailando y los récords de su carrera

El desenlace del domingo en Detroit parecía otro capítulo sin final feliz para Rickie Fowler. El error en la salida del hoyo 72 reavivó los fantasmas de una nueva oportunidad desperdiciada que aparecían cada vez más cerca del objetivo de cortar la sequía de títulos desde el Phoenix Open 2019. En el US Open una ronda final de 75 golpes lo quitó toda chance de un regreso a la gloria resonante. Poco después, marcó la ronda más baja de su carrera en el Travelers con una tercera jornada de 60 golpes.
En el Rocket Mortgage Classic se repitió la escena de Fowler como líder tras 54 hoyos. Con esa presión, llegó al tee del hoyo 18 del campo Detroit Golf Club, donde su salida fallida contrastó con dos prolijos golpes de Collin Morikawa y Adam Hadwin, sus competidores en el playoff. Sin embargo, Rickie sacó a relucir su magia y pegó un tiro magistral con el cual revirtió por completo la situación. Luego definió con seguridad el putt final que le dio un nuevo título tras de 1610 días sin victorias. Un lapso de más de cuatro años durante el cual atravesó momentos difíciles de su carrera, fue padre y en 2023 recuperó su nivel.
Si ya resultaba sorpresivo que un jugador de su categoría no haya logrado un Major, su caída en la clasificación mundial causó una gran impresión. Una señal de alarma sucedió cuando se perdió el Masters por no tener el ranking suficiente y la temporada pasada estuvo cerca de perderse los playoffs de la Copa FedEx. Ubicado en el 135º lugar, finalmente clasificó dentro de los mejores 125 por las sanciones que recibieron los jugadores que se incorporaron a LIV Golf.
La pasión por el motocross
Si bien tuvo un primer vínculo con el golf cuando tenía solo tres años de edad gracias a su abuelo que le regaló sus primeros palos, durante su adolescencia Rickie se inclinó más por el motocross, el deporte de su padre Rod, quien ganó la Baja 1000 en 1986 con Yamaha. Otra de sus pasiones son los autos, tiene una colección de vehículos de lujo, y la pesca, que suele disfrutar cerca de su casa en Júpiter, Florida.
La decisión de inclinarse por el golf se dio a partir de un accidente, un punto que lo une con la historia de otra figura actual como Brooks Koepka. En una carrera de motocross, Rickie sufrió fracturas en su pie derecho a causa de una caída. “El motocross me hizo un poco más audaz en el campo de golf”, contó Fowler a Golf Digest durante una entrevista en 2010.
Rickie creció en la ciudad de Murrieta, ubicada a poco más de una hora al sur de Los Ángeles y tiene ascendencia japonesa por su abuelo materno. De hecho, su segundo nombre es Yukata en homenaje a él. Tuvo una formación autodidacta forjada en una cancha de mini golf diseñada por él mismo en su casa y complementada con prácticas en el driving range de los campos públicos de la zona. En el Murrieta Valley Golf Range conoció a su gran mentor, Barry McDonnell y más tarde perfeccionó su juego en la Universidad Estatal de Oklahoma.
La gloria, el récord y las críticas
Su estilo arriesgado lo caracterizó en los comienzos de su carrera profesional y seguramente fue uno de los aspectos que sedujo al público. Respaldado por una etapa exitosa como amateur (fue número uno del ranking mundial de aficionados durante 36 semanas entre 2007 y 2008), consiguió en el Wells Fargo 2012 la primera de las seis victorias que tiene en el PGA Tour, que se suman a dos triunfos en el DP World Tour (Scottish Open 2015 y Abu Dhabi HSBC Golf Championship 2016).

Uno de los hitos de su carrera lo alcanzó en 2014, año en el cual finalizó en el Top 5 de los cuatro Majors, una marca que comparte con Tiger Woods (2000 y 2005), Jack Nicklaus (1971 y 1973) y Jordan Spieth (2015). Fowler terminó quinto en Augusta, tercero en el PGA Championship y dos segundos puestos en el US Open y el Abierto Británico. Su score acumulado de los cuatro Majors fue de 32 golpes bajo el par, superando a Rory McIlroy, ganador del Abierto Británico y el PGA Championship de ese año, por cinco impactos.
La diferencia con el registro histórico de las otras tres figuras es que él fue el único que no completó la hazaña con algún título. Otra vez que estuvo cerca de coronarse en un campeonato grande fue la edición 2018 del Masters, en la cual finalizó a un golpe del campeón Patrick Reed.

Sorpresivamente, en 2015 resultó votado por sus colegas como el jugador más sobrevalorado junto al inglés Ian Poulter, en una encuesta anónima que realizó la revista Sport Illustrated. La respuesta de Rickie no se hizo esperar y llegó a lo grande: fue campeón en The Players, considerado como el “quinto Major”, con un final arrollador de seis birdies en los últimos seis hoyos que le permitieron forzar un desempate con Sergio García y Kevin Kisner, a los cuales venció en el playoff en TPC Sawgrass. “Si había alguna pregunta, creo que esto de aquí (señalando al trofeo) responde cualquier cosa que ustedes necesiten saber”, sentenció Rickie en la conferencia de prensa posterior.
Un imán para los sponsors
A partir de entonces su fama creció aún más, aunque los resultados no respaldaron ese crecimiento. Tenía más repercusión por sus tareas publicitarias que por sus actuaciones en el campo de golf, donde la cantidad de títulos no se correspondía con las expectativas que había generado en sus inicios desde sus triunfos en la Copa Walker.

Las críticas por parte de la prensa no tardaron en aparecer y se ironizaba con que tenía más comerciales que títulos. Incluso, estrellas de la talla de Nick Faldo se sumaron a las críticas. “Tienes que decidir si vas a ser una Kardashian o vas a ser una profesional del golf”, le dijo su entrenador de swing, Butch Harmon, a fines de 2016, según reveló el propio coach a la cadena Sky Sports.
No obstante, su vínculo con el público nunca se debilitó. Los fanáticos vestidos de naranja, color que Rickie utiliza en las rondas finales porque representa a su universidad, son una postal habitual de los torneos donde el californiano juega.
Dueño de un estilo extravagante, irrumpió en el circuito con indumentaria de colores fuertes, lentes espejados y tatuajes a la vista que le dan una imagen más cercana a una estrella de rock. Una moda que lo tuvo como uno de los pioneros y en el último tiempo ha ganado varios adeptos en las nuevas camadas como, por ejemplo, Viktor Hovland con sus looks llamativos.

Desde hace varios años es embajador de la marca Puma. En el Farmers Insurance Open 2019 generó controversia por un atuendo alejado de algunas estrictas costumbres de etiqueta dado que vistió una camisa de estilo hawaiano con botones inspirada en la cultura del surf que pertenece a la colección “Play Loose” de Puma. “Siempre le he dicho al Tour y a las personas que me rodean, que no soy alguien que quiera romper las reglas de ninguna manera. Pero estoy dispuesto a empujar los límites”, explicó Fowler.
Su personalidad combinada con su juego arriesgado atrae a los fanáticos y resulta un imán para las marcas. En las redes sociales es uno de los golfistas más populares y a través de su perfil de Instagram comparte principalmente campañas publicitarias de sus sponsors y también algunas imágenes de su vida personal junto a su mujer Allison Stokke (modelo, ex atleta de salto con garrocha) y su pequeña hija Maya de 19 meses.

Conoció a Allison en 2017, meses después de la recordada foto donde dio una muestra más de su sentido del humor. En el festejo por la Copa Ryder que ganó Estados Unidos, todos los jugadores posaron besando a sus parejas mientras que Rickie, sin novia en ese entonces, hizo una graciosa mueca tomándose con gracia el momento.
Su frescura ante la cámara fue rápidamente conocida en el circuito a partir de su participación en el ya célebre video “Golf Boys” que protagonizó junto a sus colegas Bubba Watson, Ben Crane y Hunter Mahan, en el cual los jugadores desplegaron sus virtudes coreográficas como parte de una campaña benéfica.
En cuanto a los tatuajes, los cinco anillos olímpicos son en obvia referencia a su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en el brazo izquierdo lleva el nombre de su abuelo Yutaka Tanaka en letras japonesas mientras que en el codo izquierdo tiene una letra “G” en honor a una niña llamada Georgia Veach, hija de su amigo Chad, que fue diagnosticada con lisencefalia.
Un regreso a los primeros planos coronado con un triunfo
Tras haber alcanzado el cuarto puesto del ranking mundial y con cinco títulos en el PGA Tour, en septiembre de 2022 cayó hasta 185º de la clasificación. En ese punto, Fowler tomó dos decisiones fuertes. Por un lado, reemplazó a Joe Skovron, el caddie que lo acompañó durante 13 años y al que conoce desde su infancia, y ahora tiene a Ricky Romano. Por otro, dejó de trabajar con el instructor John Tillery y regresó con el coach Butch Harmon, una de las personas fundamentales en la carrera de Rickie.
La magnitud de su descenso ayuda a dimensionar su recuperación. Regresó a los primeros planos del golf mundial en el US Open con una histórica ronda de 62 golpes en la primera ronda que significó el récord para el certamen e igualó la mejor marca en los Majors. Su juego de hierros que siempre lo destacó y el putt, fueron los principales argumentos para el regreso triunfal.

Jordan Spieth quien vivió una situación similar luego de unos años en los que dominó por completo al circuito. En la previa del Arnold Palmer Invitational 2021, respaldó a su amigo Rickie y expresó: “Para él, y creo que también para mí, lo más difícil de luchar es cuando has tenido mucho éxito y luego es casi imposible luchar en silencio, en la oscuridad y hacer tu trabajo en la oscuridad. Habrá mucho ruido alrededor y énfasis en los resultados sin tener una verdadera comprensión de cuál es su objetivo final y cuánto tiempo puede llevar eso en el golf”.
En sus últimos nueve torneos, acumula cinco Top 10. El triunfo estaba al caer y lo concretó en Detroit. Actualmente, ocupa el octavo lugar de la clasificación de la Copa FedEx, por lo cual es altamente probable que sea parte del equipo estadounidense en la Copa Ryder de septiembre.
Con su victoria en el Rocket Mortgage Classic, también escaló hasta el 23º puesto del ranking, su mejor registro desde enero de 2020. El juego de Fowler se estancó con el comienzo de la pandemia y tras mucho esfuerzo y dedicación, esta temporada logró recuperar aquellas sensaciones que lo llevaron a instalarse entre las figuras del circuito y se consagró campeón por sexta vez y apunta al Tour Championship, evento que define la Copa FedEx.
Una respuesta a “El regreso a la gloria de Rickie Fowler: su popularidad, un carisma ideal para los sponsors, un divertido video bailando y los récords de su carrera”
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El Golf es constancia y esfuerzo, Rickie es un ejemplo, exitos a partir de ahora. Good Luck for ever

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El Golf es constancia y esfuerzo, Rickie es un ejemplo, exitos a partir de ahora. Good Luck for ever
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