
Los entes rectores del Ranking Mundial Oficial de Golf (OWGR, por sus siglas en inglés) dieron a conocer una decisión muy esperada por el mundo del golf sobre el pedido de inclusión en el otorgamiento de puntos para LIV Golf League, la gira nacida a mediados de 2022 que provocó un fuerte impacto en el mundo del golf.
La historia comenzó con un claro rechazo por parte del PGA Tour y el DP World Tour que aplicaron sanciones a los golfistas que se incorporaban a LIV, en un intento de disuadir a los jugadores de mudarse de circuito. A continuación, el circuito estadounidense implementó medidas para contrarrestar el efecto de la gira respaldada por Arabia Saudita: incrementó los premios y diseñó unos torneos que concentraban a las principales figuras.
Tras el acuerdo de paz entre el PGA Tour, el DP World Tour y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, anunciado a mediado de este año, el panorama para LIV Golf League era alentador. Aquella noticia había cambiado la mirada de muchos actores hacia LIV Golf. Incluso, es muy probable que haya sido un factor que influyó para abrirle las puertas a la convocatoria de Brooks Koepka para la Copa Ryder.
Sin embargo, el OWGR decidió rechazar la solicitud de LIV Golf y, en consecuencia, los jugadores que pertenecen a dicho circuito continuarán sin poder sumar puntos para el ranking mundial. Este impedimento afecta profundamente a los golfistas de LIV dado que complica severamente sus posibilidades de acceder a los majors y a los Juegos Olímpicos.
Hasta el momento, varios miembros de LIV Golf optaron por disputar torneos correspondientes al DP World Tour y al Asian Tour para acumular algunos puntos e intentar sostener su lugar en la clasificación mundial. Durante el período de evaluación por parte del OWGR, varios jugadores de LIV Golf expresaron sus críticas y calificaron al ranking como “obsoleto”.
Desde un primer momento, el formato de LIV Golf fue el principal señalamiento tanto para desprestigiarlo como para negarle puntos para el ranking: torneos a 54 hoyos sin cortes con un field de 48 jugadores. Además, según destacada Global Golf Post, el restringido sistema de ascensos y descensos es otro de los motivos de la negativa.

En declaraciones al mencionado medio, Peter Dawson, presidente de la junta directiva de OWGR, expresó: “Lo importante es que no se trata de los golfistas. Los jugadores de LIV son evidentemente lo suficientemente buenos como para ser clasificados. No hay duda al respecto. Se trata de si una gira cuyos formatos son tan diferentes y cuyos criterios de calificación son tan diferentes, ¿puede clasificarse de manera equitativa con otras giras que se ajustan a la norma OWGR y tienen más competencia que LIV?“.
La decisión le correspondió a un comité integrado por dirigentes de las principales entidades del golf mundial como Augusta National, PGA de América, Asociación de Golf de Estados Unidos y el R&A. Las cuatro son las encargadas de la organización de los majors que permitieron la participación de los jugadores de LIV Golf en sus eventos de este año. Por su parte, tanto Jay Monahan, comisionado del PGA Tour, como Keith Pelley, director ejecutivo del DP World Tour, se abstuvieron de decidir.
A su vez, The Associated Press también dialogó con Dawson, quien negó una enemistad con LIV Golf. “No estamos en guerra con ellos. Esta decisión de no hacerlos elegibles no es política, es completamente técnica. Simplemente no están jugando en un formato en el que puedan ser clasificados de manera equitativa con los otros 24 tours y miles de jugadores intentan competir con ellos”, afirmó. Y, puntualizando los motivos, agregó: “Espero que LIV pueda encontrar una solución. No tanto su formato, eso se puede solucionar con una fórmula matemática, sino el acceso y la salida del circuito”.
En respuesta a la decisión del OWGR, LIV Golf publicó un comunicado que afirma: “El único objetivo de OWGR es clasificar a los mejores jugadores de todo el mundo. La comunicación de hoy deja claro que ya no puede cumplir ese objetivo”.
Además, la postura de LIV considera que la decisión afecta principalmente a los majors y señala: “Una clasificación que no representa de forma justa a todos los participantes, independientemente del lugar del mundo en el que jueguen al golf, priva a los aficionados, a los jugadores y a todos los interesados en el golf de la base objetiva que sustenta cualquier reconocimiento preciso de las actuaciones de los mejores jugadores del mundo. También priva a algunos torneos tradicionales de los mejores campos posibles”.

Los últimos cambios en el sistema de otorgamiento de puntos evidenciaron una clara supremacía del PGA Tour, relegando al DP World Tour a ser un circuito de segundo orden. En aquella ocasión, Jon Rahm y Rory McIlroy tuvieron un entredicho público por sus puntos de vista en cuanto a la valoración de los torneos de cada circuito.
Luego del torneo de LIV Golf en Singapur a fines de abril, con el PGA Championship en el horizonte, Phil Mickelson se refirió al tema y dijo: “Tenemos que idear un mecanismo de calificación que sea inclusivo y, si el Ranking Mundial de Golf no va a ser inclusivo, entonces tienen que encontrar otra manera. Tal vez tomen los cinco primeros o los 10 primeros o los ganadores de LIV, pero van a tener que encontrar una manera de conseguir los mejores jugadores LIV en su campo”.

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