Planeta Golf
Bautista Fiocca: “La satisfacción después de jugar bien al golf no se compara con nada”

El joven Bautista Fiocca, de 22 años, se reencontró con el golf hace cuatro años y, luego de una breve etapa como futbolista, lo eligió como su deporte de preferencia. Actualmente, cuenta con 13.2 de hándicap, su mejor registro, y participa en varios torneos.
-¿Desde cuándo jugás al golf?
-Según me contó mi mamá, fue a los cinco años. Mi abuela me regaló unos palos de plástico para jugar y así empecé. Siempre lo hice por mi cuenta porque tengo el grip cambiado. Cualquier persona diestra pone la mano derecha arriba y la izquierda abajo, pero yo hago al revés. Entonces, cada vez que busqué un profesor cuando tenía 9 o 10 años, todos querían que cambiara el grip, pero yo me negaba porque estaba acostumbrado a jugar así. Finalmente conseguí a Carlos Álvarez, que fue el único que no quiso cambiarme el swing. Tomé clases con él hasta que, por cuestiones de tiempo del colegio sumado a que empecé a hacer otros deportes, dejé un poco de lado al golf y en 2019 retomé.
-¿Qué te motivó a retomar?
-Como mi papá siempre jugó, me decía que lo acompañara y así volví. Siempre me gustó, cuando dejé fue por falta de tiempo. Había empezado rugby, tenía partidos los fines de semana, cursaba en el colegio y en la semana me resultaba imposible jugar golf. Sin embargo, nunca lo dejé por completo. En 2021 jugué todo el año, al siguiente no mucho por una cuestión de tiempos y este año estoy a full con el golf.
-¿Cuántas veces por semana jugás normalmente?
-Dos veces por semana más un día de clase. Generalmente juego con mi papá el fin de semana y en la semana voy solo. Además, voy un día al driving para practicar. No soy socio de ningún club, voy cambiando de cancha dependiendo qué torneo haya. Ahora estoy bastante enfocado en los torneos, hay algunos como El Cronista Open Golf.

-¿Cuáles fueron tus mejores resultados?
-Tuve varios primeros puestos últimamente en torneos que se jugaron en Lagartos, Estancias y Praderas de Luján. Siempre juego en las mismas canchas, entonces las conozco bastante, sé qué hacer y qué no en cada una, por dónde errar, dónde tengo que tirar y demás. Eso me permite jugar de forma más inteligente. Antes era una persona que si hacía un triple bogey en un quinto hoyo me iba mentalmente y echaba a perder la ronda entera.
-¿Cómo lograste cambiar esa actitud?
-Un día en Praderas me propuse empezar a jugar con un enfoque más competitivo, como si estuviera en un torneo importante y si hacía 8 en algún hoyo, intentaba seguir jugando como si al otro día tuviera la posibilidad de bajar el score. Hasta ese momento venía jugando para practicar, entonces lo hablé con mi profesor y me dijo que me concentre y practique. “Jugá concentrado y sin perder la cabeza. Si haces 9, seguí igual porque con otros hoyos buenos eso se salva”, me aconsejó. A partir de ahí empecé a jugar con esa mentalidad y conseguí hacer mejores rondas.
-¿Cuáles son tus dos campos de golf preferidos entre los que visitas habitualmente?
-Las últimas diez tarjetas que tengo son de Praderas, Highland, alguna en Golfers y Lagartos. Sin lugar a dudas, la mejor es Lagartos porque además de ser una cancha linda, tiene un grado justo de complejidad. No es una cancha imposible, pero tampoco fácil, obviamente dependiendo de las combinaciones que juegue cada uno dado que son tres canchas de nueve hoyos cada una. Un hoyo que me gusta bastante es el 9 de la cancha Del Agua. Es un par 5 que está bueno porque no es muy largo. Si vengo jugando bien, suelo hacer birdie o par. Tiene un diseño que favorece mi forma de jugar y me permite hacer siempre un buen score. Highland me parece que es un poco más difícil, los greens son más complicados y tienen más movimiento.
-¿Long Drive o approach?
-Generalmente gano el Long drive. El approach se me complica mucho. Me considero un jugador que pega largo, con el drive a veces llego a 280 o 300 yardas. En la mejor ronda que tuve en mi vida, marqué 67 golpes (83 gross) en Estancias y usé el drive solamente en tres hoyos. Últimamente estoy tratando de no usarlo porque no consigo controlar el slice en la salida. Por lo tanto, lo reemplazo con un híbrido ya que tengo más control para dejar la pelota en el fairway. Como no tengo problemas de distancia, con el híbrido puedo alcanzar 240 yardas sin viento. Entonces, en cualquier par 4 normal me quedan aproximadamente unas 140 yardas hasta el green. No lo veo como un problema. Mi intención es priorizar la tranquilidad de quedar en el medio del fairway en lugar de más distancia.
-¿Si tuviera que salir solo con tres palos cuáles serían?
-El híbrido, el hierro 8 y el putter. En un par 4 de 400 yardas, por ejemplo, saldría con el híbrido. Suponiendo que pegue 230 yardas, me quedaría un full swing con el hierro 8 y luego, si quedo arriba del green completaría con el putter. Si no, trataría de acercar con el hierro 8 o el putter, según cuán lejos quede del green o de la bandera.
-Después de una ronda golf, ¿te quedás siempre en el club house?
-Suelo quedarme si es el horario de almorzar. En Lagartos, principalmente, si siento que jugué mal en algún aspecto en especial me quedo practicando en la zona que hay para hacer approach.
–¿Hay otros golfistas en tu familia?
-Mi papá, él me enseñó y suelo jugar con él los fines de semana. Siempre me ayuda y trata de corregirme. La primera vez que vi golf fue de chico cuando mi papá estaba viendo un torneo en la tele y me senté con él, antes de los cinco años. Obviamente uno a esa edad no entiende, pero fue mi acercamiento al golf. Antes jugábamos bastante, a veces hacíamos alguna apuesta simbólica en algún hoyo específico, pero él es hándicap 7 mientras que yo era 15 y no tenía profesor. Era muy irregular, un día quizás hacía 85 y, al siguiente, 110.

-¿Cuál es tu palo preferido?
-En este momento diría el híbrido por la consistencia con la que estoy pegando. También porque es el único palo con el cual siento que ocho de cada diez tiros que pego van donde yo quiero y, las veces que no se da, tampoco erro tan mal. Yo pego de fade y se me complica mucho pegar cualquier otra cosa. La única chance de que no use el híbrido es que haya viento a favor y que ese día me tenga confianza con el driver.
-¿Qué es el golf para vos?
-Hoy es mi deporte. Hace unos años era el fútbol, jugaba de forma casi profesional porque estuve en clubes, aunque no en Primera División. En 2019 jugué un torneo en Pilar con mis amigos y ahí empecé a entrenar. Me vio un entrenador y me dijo que tenía condiciones para entrar a un club. Arranqué jugando en Platense, después en 2021 me fui a All Boys y, luego, a Deportivo Español. En esa última etapa estaba en Primera C, tenía que buscar club para 2023 y no era fácil porque todo se maneja mucho por contactos. Finalmente dejé el fútbol y me dediqué 100% al golf. Ahora lo mío es el golf, la actividad dónde más foco pongo y en la que trato de estar siempre bien.
-¿Qué tiene de especial que otros deportes no tengan?
-En el golf sos vos contra el mundo. No dependes de tu defensor ni de tu entrenador, solamente de lo que haces vos. Eso tiene su parte buena y otra mala. En el fútbol, yo que soy arquero, si tengo un error, afecta al equipo. No hay vuelta atrás. Un error en el golf no es lo mismo que en otro deporte. Si te equivocas o acertás, es para vos. Además, la satisfacción después de jugar bien al golf no se compara con nada. Es especial, en el fútbol podés jugar bien 10 partidos seguidos mientras que en el golf eso no lo vas a conseguir nunca. Independientemente que haga 66 y me haya ganado alguien que hizo 65, la sensación de decir “la rompí, jugué muy bien” no te la saca nadie. En el golf jugás muy bien o mal, no hay punto medio.

-¿Tenés una anécdota divertida relacionada con el golf que quieras compartir?
-Una vez nos pasó con un amigo, estamos jugando en Lagartos. Creo que en un par 4. Habíamos pegado una pelota cada uno y teníamos un grupo adelante. Cuando íbamos al segundo golpe, nos dimos cuenta que nos faltaba una pelota. Le preguntamos a ese grupo si se habían confundido de pelota, pero decían que no podía ser. Como de las nuestras había una sola, volvimos a preguntarles y, en buenos términos, se generó una cierta discusión. De repente, se preguntan entre ellos y uno nos grita a nosotros “la tengo acá”. Imaginé que, como es lógico, nos la iba a devolver cuando nos cruzáramos, pero, increíblemente, el tipo la dejó caer al piso, sacó un palo y nos la tiró por el aire desde unas 150 yardas. Otra vez jugué con uno que partió un palo a la mitad. Venía pegando mal el drive en varias oportunidades y en un hoyo insultó al aire y lo partió como si nada, como si fuera una varita de madera.
Una respuesta a “Bautista Fiocca: “La satisfacción después de jugar bien al golf no se compara con nada””
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Como mama, orgullosa de mi hijo Bautista q en realidad empezo a jugar al golf al año y medio! Siempre apoyandolo en el deporte ❤️

1 Comment
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Como mama, orgullosa de mi hijo Bautista q en realidad empezo a jugar al golf al año y medio! Siempre apoyandolo en el deporte ❤️
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